
Bollitos de fresa: suaves y tiernos bollitos repletos de fresas frescas y acabados con un dulce glaseado de vainilla. La receta de bollos perfecta para la primavera y el verano.
Bollos de fresa
Scones son la delicia perfecta para el desayuno, el brunch o el postre, y estos bollos de fresa son perfectos en todos los sentidos. Son suaves, tiernos, mantecosos y están repletos de fresas frescas. El glaseado de vainilla les da un toque especial.
Los bollitos de fresa son la forma perfecta de dar la bienvenida a los meses más cálidos y de poner un poco de sol en tu cocina. Mi familia está absolutamente loca por los bollos, así que cualquier variación de nuestro producto horneado favorito recibe dos pulgares entusiastas hacia arriba. Estos bollos de fresa no son una excepción.
¿Es difícil hacer bollos?
Puedes hacer bollos, ¡son muy fáciles! Con mis instrucciones paso a paso, harás bollos perfectos que saben mejor que los bollos de panadería. Lo más importante es trabajar lo suficientemente rápido para que la masa se mantenga fría.
Fresas frescas
Para esta receta de bollos, utilizo fresas frescas y no fresas congeladas. Normalmente se pueden sustituir las fresas frescas por fresas congeladas, pero no en esta receta. Las fresas congeladas son demasiado acuosas y sueltan demasiado líquido, así que ¡utiliza fresas frescas para esta receta!
Me encanta hacer estos bollos cuando las fresas están de temporada. Son muy sabrosos cuando las fresas están maduras y jugosas. Son perfectos para la primavera y el verano.
Ingredientes del bollo de fresa
Buenas noticias: ¡se compone principalmente de ingredientes de la despensa y fresas frescas!
- Harina común
- Sugar
- Levadura en polvo (asegúrese de que es fresca)
- Sal
- Mantequilla fría sin sal
- Nata espesa (recomiendo utilizar nata, no leche, para dar a estos bollos su textura húmeda y tierna)
- Pure vanilla extract
- Fresas frescas
- Azúcar turbinado (para espolvorear por encima)
- Ingredientes del glaseado: azúcar glas, vainilla y leche
Cómo hacer bollos de fresa
No hay nada mejor que una hornada de bollos caseros. ¡A hornear!
- Comience con su horno precalentado a 400 y una bandeja para hornear grande forrada con papel pergamino o un Alfombrilla para hornear Silpat .
- Bate los ingredientes secos en un bol grande. La harina, el azúcar, la levadura en polvo y la sal se mezclan allí.
- Vamos a trabajar rápido aquí. ¿Preparado? Utiliza una batidora de repostería (o tus manos limpias) para cortar rápidamente la mantequilla fría. «Cortar» significa combinarla con los ingredientes secos sin derretir ni ablandar la mantequilla. Querrás que se parezca a una harina gruesa, así que no pasa nada si hay algunos grumos grandes de mantequilla.
- Ahora, coge un bol pequeño y un batidor y mezcla 1 taza de nata espesa y el extracto de vainilla. Vierte esta mezcla sobre la combinación de harina y mantequilla y remuévela con una espátula hasta que empiece a formarse una masa. No mezcles demasiado. Con cuidado. Incorpora suavemente las fresas troceadas.
- Espolvorear un poco de harina sobre la encimera y empujar la masa con las manos hasta formar una bola. Con suaves golpecitos y empujones, forma un círculo de unos 2,5 cm de grosor. No trabaje demasiado la masa y hágalo lo suficientemente rápido para que la mantequilla no se caliente. Corta este círculo en 8 triángulos (¡como una pizza!).
- Coloque los bollos en la bandeja para hornear que preparó antes y métala en el congelador durante 15-20 minutos. De este modo, se extenderán menos en el horno. ¡Quieres que esa bonita forma triangular se mantenga!
- Unte la parte superior de los bollos con un poco de nata espesa y espolvoréelos con azúcar turbinado. Qué bonitos, ¿verdad? Ahora ya están listos para hornear durante 18-23 minutos, hasta que estén dorados por los bordes y el fondo.
- Déjelos enfriar en la bandeja durante 5 minutos antes de pasarlos a una rejilla.
- ¡Ahora glaseamos! Mientras los bollos se enfrían, haz un glaseado con azúcar en polvo, leche y vainilla batidos hasta que quede suave. Rocía el glaseado (¡mucho glaseado!) sobre los bollitos enfriados. ¡Que los disfrutes!
Cómo almacenar
Un pequeño secreto de los bollos: ¡puedes congelarlos antes o después de hornearlos!
Para congelar la masa, sigue la receta hasta el momento de meterlos en el horno. Congélalas en la bandeja hasta que estén sólidas (¡unos 40 minutos!) y luego guárdalas en un recipiente apto para el congelador durante un máximo de 2 meses. Aumenta el tiempo de horneado unos minutos para adaptarlo a la masa congelada.
Si desea congelar los bollos horneados, déjelos enfriar completamente y no añada el glaseado. Colócalos en un recipiente hermético apto para el congelador y congélalos hasta 2 meses. Descongelar y glasear.
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