Nos encantó este guiso. Kelsey le dio 2 GRANDES pulgares arriba. Me encanta su entusiasmo cada vez que está comiendo algo que hago. «¡Oh mamá, esto es lo MEJOR que he comido nunca!» Es tan lindo. Pero no siempre ha sido así. Recuerdo que cuando era pequeña, hacerla comer era como arrancarle una muela. Esa niña no comía nada. Me volvía loca y me preocupaba por ella porque era muy pequeñita.
Recuerdo una vez, cuando tenía unos 5 años, estábamos cenando hamburguesas. Después de cada bocado nos decía a Kale y a mí: «¡Qué rica está esta hamburguesa! Estábamos muy orgullosos de ella. No sabíamos que en realidad estaba escupiendo cada bocado en su taza cuando no estábamos mirando. Una vez que terminamos, fui a poner mi plato en el fregadero y vi la evidencia. Allí estaba la taza de Kelsey llena de hamburguesa masticada hasta el borde. Yo estaba sorprendido, pero no podía dejar de reír también.
Ya no tengo que preocuparme por esas cosas. Es, con diferencia, la que mejor come. Se come todo lo que hago. Ahora está empezando a mostrar interés por la cocina y le encanta ayudarme en la cocina. Tengo la sensación de que algún día será una gran cocinera.