Si leíste mi post sobre las ciruelas asadas, sabrás que tenemos un ciruelo que está floreciendo. Me encanta morder una ciruela tierna, suculenta y recién cogida. Me produce una gran alegría. También me encanta transformar nuestras ciruelas en postres deliciosos. Hice este crujiente de ciruelas con doble costra y fue una forma perfecta de aprovechar algunas de nuestras ciruelas.
Si usted es de los que prefieren más la cobertura crujiente que la fruta, éste es su crujiente. Hay una capa crujiente inferior y una capa superior. No se preocupe, hay muchas ciruelas, sólo están intercaladas entre una mezcla de canela, mantequilla y avena. Las jugosas ciruelas burbujean a través de la capa superior crujiente mientras se hornea. Me costó mucho dejar enfriar el crujiente antes de servirlo. Olía de maravilla.
Corté el crujiente en cuadrados y serví cada trozo con una buena bola de helado de vainilla. El helado se fundió con el dulce crujiente de avena y fue el equilibrio perfecto para las ácidas ciruelas. Este postre de frutas rústicas va a hacer múltiples apariciones en nuestra casa cada verano. Una vez más, encontramos una nueva razón para amar a nuestro ciruelo.
