
Técnicamente, los agujeros de donut son mini magdalenas, pero parecen y saben a agujeros de donut. Me encanta que los donuts estén horneados y no fritos. Son suaves, pastosos y tienen un agradable sabor a especias de calabaza. Lo mejor es el acabado. Cuando salen del horno, se untan en mantequilla y se rebozan en canela y azúcar. ¡Qué rico!
Josh devoró estos agujeros de rosquilla de calabaza. No podía dejar de metérselos en la boca. Los regó con un vaso de leche fría … y luego volvió por más:) Estos agujeros de donut de calabaza al horno son muy fáciles de hacer y son perfectos para un desayuno o merienda de otoño. ¡Saca la calabaza y prepara una tanda hoy mismo!